La presencia de la naturaleza en las actividades de un grupo -a través de escenarios naturales, altares, ornamentos, etc.- nos conecta con la tierra, y aporta belleza e inspiración.
La naturaleza nos da perspectiva, haciéndonos saber que somos una pequeña parte de un todo más grande en permanente conexión.
Realiza una parte del trabajo grupal al aire libre, en un espacio natural (si estás en el medio rural o directamente en un entorno natural) o con presencia de elementos puramente naturales (parques, jardines, plazas…).
TRABAJAR AL AIRE LIBRE
Considera realizar parte de las reuniones, encuentros, sesiones… de aquellos grupos que operan desde entornos urbanos o construidos, y grupos cuya temática (misión), no esté directamente vinculada con la defensa de la Naturaleza.
Busca un lugar agradable: sin ruidos; con la sombra necesaria; donde poder sentarse en el suelo o sobre esterillas, telas…; protegidas del viento o agentes meteorológicos que puedan incomodar…
Cambia drásticamente de escenario físico, mental, energético y espiritual, para ayudar a las personas que forman el grupo (y al propio grupo como entidad con vida propia) a conectar con su esencia natural, su ancestralidad; a impregnarse de los ejemplos y energías de la Naturaleza y para crear una atmósfera mágica y de apertura.
Salir de una sala cerrada, por muy amplia y bonita que sea, genera automáticamente un escenario físico de apertura al entorno, muy necesario en algunos momentos en la vida de todos los grupos. Incluso al entorno más amplio que es el Universo, porque lo mete directamente en escena.
En espacios naturales abiertos podemos trabajar fácilmente con dinámicas de ecología profunda, que van a ayudar mucho a la cohesión del grupo, a conectar con la misión personal y grupal, a ampliar las miras y la creatividad, o a generar climas grupales pacíficos y colaborativos.
NO HAY EXCUSAS
En el más complicado de los casos, se debería aprovechar para hacer al menos 1 ó 2 eventos de grupo en el medio natural, aprovechando para combinar trabajo productivo con convivencia y cohesión social (cuidar las relaciones).
Y no hay excusas, seguro que existe un espacio público disponible (ya no digamos privados), lo suficientemente atractivo y cercano para que el grupo encuentre el momento de reunirse en él a trabajar y encontrarse.
Creo que te puede interesar saber más sobre el poder del lugar. 😉
LA NATURALEZA EN ENTORNOS CERRADOS
Trabajando en entornos cerrados (en el corazón de la ciudad o el pueblo, en la sala de juntas de la fábrica o en una de las naves del taller…), no descuidéis la presencia de lo natural en la sala.
Ya sea con fines “estrictamente” contextuales/ornamentales (plantas, rocas… recuerda preparar el espacio), o con con fines textuales/productivos (como el khalagpur usado en Dragon Dreaming).
El khalagpur es una suerte de “altar” muy bonito, que incluye objetos alusivos a los 4 elementos espirituales de la Naturaleza:
- Agua: cuenco con agua del lugar.
- Fuego: una vela encendida (cuando no me dejan encender velas coloco una roca volcánica).
- Aire: un quemador con incienso o plumas de ave recogidas del campo.
- Tierra: una macetita con su planta, alguna roca, un platito con tierra del lugar…
Se puede enriquecer con otros elementos alegóricos del objetivo de la sesión concreta o de la idiosincrasia del grupo, como:
- Una brújula, que nos recuerda no perder el norte (del proyecto, grupo, proceso…; en sesiones estratégicas, de gestión emocional, de fases de caos y confusión grupal…).
- Un canasto con frutas ecológicas (en una sesión con productores/as o consumidores/as), que además se pueden ir comiendo según apetezca.
- Una foto de nuestros ancestros (si trabajamos la memoria ambiental, nuestras raíces…).
- Herramientas propias de un clan laboral (como una reunión de fontaneros/as, ja, ja, ja…).
El khalagpur se coloca en el centro de la sala con otra intención: focalizar la intención del proceso/grupo. Sentarnos en torno al fuego que arde durante el encuentro (como venimos haciendo ancestralmente), como metáfora de la energía común que generamos y consumimos, y de la misión del grupo así reunido.
NATURALEZA Y DISEÑO SOCIAL: ¿EXISTE LA FACILITACIÓN AMBIENTAL?
Me pregunto cómo incorporar toda la sabiduría del Universo y la Naturaleza al diseño social, a través de la facilitación de grupos.
Estoy investigando cómo aplicar los patrones de sostenibilidad que por ejemplo, guían el diseño en permacultura (he ido haciendo alusiones concretas en algunos de los artículos y videos de esta serie sobre patrones grupales) y las prácticas de ecología profunda, en los procesos del grupo (sea cual sea el objetivo).
A esto lo he empezado a llamar facilitación ambiental, y me pregunto… ¿existe la facilitación ambiental?
Este patrón, Gaia, es una inclusión directa y explícita del Universo Natural en la dinámica de grupos.
Una señal clara de que no podemos desvincular los grupos de la Naturaleza, de Gaia. Y todavía más allá, de que Gaia debe ser una maestra facilitadora de nuestros trabajos de grupo.
Sobre Gaia os hablo desde el precioso jardín de la Destilería Martes Santo (Higuera de la Sierra, Sierra de Aracena), donde el ruido del tráfico de la carretera próxima no acalla el canto de los pájaros, el susurro del viento, el dulce danzar de las frondas de los árboles…
+ sobre patrones grupales:
- cada 4 días en 2019 en este blog (etiqueta “patrones grupales”, “group works”)
- cada 4 días en 2019 en nuestro canal de Youtube
- Listado de patrones grupales por familias y fechas de publicación
- Sitio web del proyecto matriz sobre patrones grupales http://patronesgrupales.org
- Grupo FB Group Work https://www.facebook.com/GroupWorksDeck/
Y recuerda 🙂 :
Donde hay patrón no manda marinero, pero con estos “patrones” toda la marinería será capaz de gobernar exitosamente el barco.